Asesinatos; miedo, sadismo y realidad de México

BST

Se escucha constantemente decir que México es muy peligroso, que a cada rato se cometen crímenes, que la delincuencia está por doquier y las noticias de asesinatos, feminicidios y agresiones se disparan. Día a día la prensa está alerta.

Entidades como Guanajuato y Guerrero son las mayores víctimas de las criminalidades, dentro del mismo estado depende mucho de los rumbos en los que se anden, puede ocurrir en cualquier lugar, pero en ciertas colonias o zonas hay más riesgo. De repente, el miedo aumenta entre la realidad y la presión que ejercen los medios de comunicación para dar a conocer la información, la cual en ocasiones puede estar “un poco” exagerada, y adaptarla para una nota amarilla o roja.

Por ejemplo, en Guerrero y durante el gobierno de Héctor Astudillo han reinado la corrupción, inseguridad e impunidad. Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública dicen que de 2015 a la actualidad se registraron seis mil 420 homicidios dolosos en la entidad, y se ha intensificado la operación de 15 grupos de la delincuencia organizada que entre sus principales actividades ilícitas están la distribución de la droga, extorsión y secuestro.

Una parte de la población teme, trata de evitar algunos andares e intenta propagar cuidados para contrarrestar la violencia y las matanzas, pues lamentablemente en un día relativamente tranquilo se puede recibir un balazo, navajazo, ser torturado, o cualquier otra forma de asesinato, pues hay homicidas muy sádicos y pueden llegar a lo inimaginable. Sin embargo, otra porción del sector es más despreocupada e inconsciente, hay quienes lo creen hasta que lo viven en carne propia, si sólo fueron heridos o asaltados tienen oportunidad de contarlo. Aun así, no es agradable.

Análisis de los “Monstruos de Ecatepec”

Hace una semana la Fiscalía General de Justicia del Estado de México acusó oficialmente por el delito de feminicidio a Juan Carlos y Patricia, la pareja fue detenida hace 15 días. En primera instancia, fueron denunciados por violar el respeto a los muertos y a las leyes de inhumación y exhumación, y por ello fueron vinculados a proceso.

El asesino de féminas de Ecatepec pretendía matar a más de 100 mujeres, pues declaró que las odiaba y le daban asco, pero sólo logró matar a 20. Asimismo, declaró de forma tenebrosa que después de asesinarlas les sacaba el corazón, lo guardaba en frasco con alcohol y los entregaba a la Santa Muerte, pues él cree con devoción en “la niñablanca”. Contó que hizo pozole con la carne de sus víctimas.

Dicha noticia estuvo circulando en anteriores días, actualmente no se sabe el final de los asesinos, la gente enojada empezó a nombrarlos “monstruos” por la crueldad de sus acciones. Este es un caso de muchos, pero llama la atención lo que hacía Juan Carlos luego de matar, por el placer de tortura que ocasiona en él.

Esto quiere decir que sus facultades mentales no están bien canalizadas, al igual que su esposa, la pregunta es: “¿Qué los lleva a emprender tales ejecuciones?”, muchas voces dirán: “Porqué están enfermos, son unos indeseables que no deben haber nacido porque solo perjudican a la sociedad”. La respuesta es válida, no obstante, hay que estudiar el fondo de la situación, el proceso psíquico de la persona que lo conduce a actuar de determinada manera.

De hecho, la criminología se encarga de estudiar las causas del crimen y el delito, la mente del asesino o delincuente. La especialidad existe; empero no se le ha dado la atención necesaria para empezar a erradicar el homicidio o feminicidio, a veces no es suficiente saber que uno tiene que apegarse a la ley, primero se debe buscar el origen, en dichos escenarios ¿Qué es lo que impulsa a matar? Ahí arranca el trasfondo.

Se necesita una reorientación de prioridades, y este es un tema que puede causar escozor pero que se vive cotidianamente, hay que enfrentar el hoy y ser muy claros, pues la gente no siempre es lo que aparenta, (puede existir un homicida entre la familia, los amigos o conocidos), o por lo menos comenzar a tener instintos asesinos, y es ahí donde se debe comenzar a accionar, aprender a identificar a un posible asesino.

Se habla mucho del problema, y de las soluciones para erradicarla, pero antes que nada se debe abordar la raíz, es como una planta, desde el principio es esencial tener los cuidados necesarios para que crezca fuerte, bella y sea duradera, porque de lo contrario decae o deforma y muere. Lo mismo pasa con los seres humanos, es indispensable procurar su crecimiento, atender los pormenores, hay humanos y plantas más difíciles de cuidar, requieren más trabajo y tratamiento.

De acuerdo al tema, se recomienda leer «Crimen y Castigo» de Fedor Dostoyevski, escritor ruso, es su obra maestra que maneja la polémica de un asesino pensante, intelectual y el sufrimiento que conllevan sus procederes.

Gente “sin esperanza”

Dada la situación actual violenta del país y de los estados, unos más que otros, las personas manifiestan descontento y constante pesimismo, denominando a México como el peor y con la intención de mudarse a otro territorio, en el que haya más paz y seguridad como lo es en “La Unión Europea”, a comparación de la nación mexicana.

No hay que reprochar dicha conducta, pues es natural ante el frecuente desfile de cadáveres y faltas a la ley. Desafortunadamente es una verdad que el mexicano en ocasiones no entiende completamente la violencia hasta que la experimenta, esto quiere decir que no se previene por la imprudencia, y la persona cree que no le pasara, hay una gran carente “cultura de la prevención”.

La importancia de informarse es muy bien sabida por todos, pero no basta, pues la diversidad de noticias suele confundir, sí sirve para conocer el contexto, pero hay que tener la capacidad de discernir y adquirir objetividad entre lo que verdaderamente es y la realidad ligeramente alterada. Es muy fuerte la mala reputación que posee México en estos aspectos; sin embargo, no todo es bello como lo quieren exponer algunos políticos, pero tampoco todo está perdido.

 

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